domingo, 7 de agosto de 2011

Dia 12: Un día normal

Ayer, después de comerme un caldo gallego, un cabrito asado y arroz con leche, me di un vuelta por A Gudiña.
Pueblo pequeño, pero estaba de fiestas. Así que vi a gente con vestidos tradicionales tocando la gaita.
Luego tocaba sesión de rehabilitación, automasajes, hielos, cremas, etc.
Esta mañana tenia una rueda pinchada de nuevo, así que le puso el liquido antipinchazos esperando que me durase. No tenia ganas de cambiar la camara.
Empieza un terreno de sube y baja, algo rompepiernas y un frío del carajo.
La carretera empieza a empinarse y con el amanecer se empiezan a ver unas vistas impresionantes. Voy por una carretera de montaña, y a los lados se ven los valles.
Intento disfrutar de las vistas, pero noto que a mis piernas le faltan fuerzas. Asi que antes de la gran subida de hoy paro para tomar algo.
Me comenta, la amable camarera, que es mejor que suba por la carretera que, aunque es mas larga es mejor. En el camino hay que subir por un cortafuego, con una pendiente increíble, muchas piedras y arena.
La subida se hace eterna, unos 45 minutos subiendo, y empiezan a molestarme las dos piernas. Aun así corono y me paro a estirar. Me alegro, las piernas funcionan mejor que otros días aunque no tenga fuerzas.
Ahora, con un tercio de etapa listo, queda llegar a Ourense en un continuo sube y baja con tendencia a bajar.
La mayoría del camino es por camino asfaltado o carretera, así que los descensos se hacen de maravilla.
Sin ningún sobre salto mayor, me calzo los 93 km de la etapa.
Llego a las 5, ducha, colada y visita turistica. Hoy como en un burger king que me apetece.
Ultima hora, masaje, relax y hasta mañana

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